Análisis Hearts of Iron IV
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Análisis Hearts of Iron IV

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¿Alguna vez has querido saber qué se siente al liderar a un país entero en medio de una guerra? Si la respuesta es sí, este es tu juego. Hearts of Iron IV fusiona historia, política, decisiones militares y un punto bélico que nos da como resultado una obra bastante épica que encandilará a los fans más puristas del género de la estrategia.

Lo primero, antes de empezar la review, es ponernos en situación. Hearts of Iron IV toma como punto de partida la historia, sí, pero a partir de ahí, nosotros hacemos nuestra propia historia. Podemos elegir a un líder real (en nuestro caso, para realizar la review, hemos elegido a Francisco Franco). Como no podía ser de otro modo, cada país y cada líder tienen sus situaciones particulares. Por ejemplo, en el caso de España, se encuentra saliendo de la guerra civil, por lo que los ánimos están muy crispados y no es recomendable que nos aliemos con otros países hasta pasado un tiempo (concretamente, hasta el año 1942 del juego nos conviene mantenernos "neutrales").

Hearts of Iron IV

Además, a la hora de realizar pactos y alianzas con otras naciones, es muy importante la ideología política. Por ejemplo, no tiene mucho sentido tener una ideología comunista y buscar pactos con un país fascista, ya que eso afectará directamente al ánimo de nuestro país, y en consecuencia, nos desencadenará algunos problemas. Del mismo modo, no es buena idea declararle la guerra a un país vecino así como así, o a un país que tenga entre sus aliados a países muy fuertes, ya que podrían unirse contra nosotros.

En este juego prima la estrategia y la mentalidad. No os decimos que os tengáis que leer El arte de la guerra de Sun Tzu para poder echar una partida, pero sí que si queréis ganar os tenéis que tomar las cosas con calma.

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La jugabilidad del juego está perfectamente amoldada para que política y guerra vayan de la mano. Todo va enfocado a ello. Por ejemplo, si necesitamos sentar alianzas con un país concreto, pero su ideología es la antítesis de la nuestra, podemos apoyar a un partido político local que sea afín a nosotros, o si te va el juego sucio, puedes orquestar un golpe de estado. Claro está que eso se derivará en un gasto de recursos considerable, por lo que debes saber elegir en cada momento y en cada situación.

Pero del mismo modo que tú puedes ser quien lance la ofensiva, puedes recibirla sin que le hayas declarado la guerra a nadie. Tu país puede ser rico en recursos, ser una zona de paso útil, o simplemente, eres aliado de alguien que se está pasando de listo. Pues otros países te declararán la guerra.

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Para ello, el juego nos presenta en su jugabilidad un control total sobre la creación y gestión de unidades. Pudiendo crear divisiones y repartirlas a lo largo y ancho de nuestro territorio, con el fin de cubrir todas las zonas posibles. Tú decides si quieres ganar mediante guerras o mediante alianzas y política. El juego te da ambas posibilidades.

Evidentemente, Hearts of Iron IV nos presenta una situación histórica y nosotros debemos crear una hoja de ruta. Aunque el juego presenta una jugabilidad rica en opciones y muy variada, sí que es cierto que de entrada puede resultar muy tosca para un jugador que no esté experimentado en este género. No te agobies si tienes que hacer varias veces el tutorial o si te quedas bloqueado unos segundos buscando ese menú que nos permita crear unidades o nombrar a un nuevo comandante.

Otro aspecto a destacar es la inmesidad de ramas de habilidades y puntos que incluye el juego. Depende de qué tipo de país queramos ser, podremos elegir fortalecer nuestras habilidades de investigación, o mejorar nuestras habilidades en la creación de unidades de aire, por ejemplo. Todo ello consumirá recursos, por lo que es recomendable aumentar nuestra riqueza. Para ello puedes conquistar países o establecer rutas de comercio con países aliados. El sistema de comercio es bastante completo, pero no puedes basar tu sistema de recursos en el comercio, ya que entonces serás un país vendedor de riquezas y te terminarán consumiendo a ti. El juego nos incita a mantener un sistema equilibrado.

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Todo esto se presenta con un sistema de control basado en el ratón, aunque también podremos usar el teclado para algunos atajos y para mover la cámara. Hay que destacar que en el momento de la guerra, podemos seguir el curso de la batalla de forma muy atenta sin perdernos por los distintos territorios. Es de agradecer, ya que llegará el momento en que tenga varios frentes abiertos.

A nivel gráfico el juego es una delicia. Nos presenta un mapa mundi con todos los países de una forma muy clara y que entra a primera vista. Además, los iconos con las localizaciones de nuestras bases se nos mostrarán sin saturar la pantalla.

Además, el juego presenta una paleta de colores muy llamativa que incluso podremos personalizar, asignándole a cada división un color totalmente distinto. Cuando tienes pocas unidades esto quizás no sea muy útil, pero cuando estás inmerso en una guerra con 20 unidades distintas, te será de mucha ayuda.

Por otro lado, el mapa se completa con incontables detalles como bosques, montañas, ciudades y ríos que desembocan en los mares que separan los países. El juego presenta además un ciclo día/noche que por incluir, incluye hasta el reflejo de la luna en el agua. Desde Paradox no han dejado escapar ni un solo detalle ni en cuanto a mecánicas ni en cuanto al apartado gráfico.

A nivel sonoro el juego también destaca, puesto que presenta una banda sonora con matices muy bélicos y que nos mantendrá en tensión para la batalla. Además de eso, Hearts of Iron IV incluye sonidos realistas para las batallas y el movimiento militar. Nuestras unidades de tierra marcharán con un desfile con sonidos muy rítmicos, como si se tratase de un baile.

La banda sonora goza de tanta calidad que, si lo deseáis, podéis comprarla por separado en Steam. El nivel sonoro del juego es de una calidad inmensa, que sirve para sentirnos inmersos en la batalla mientras pensamos en cuál debe ser nuestro próximo territorio a conquistar.

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En cuanto a duración, os podemos decir que el juego es sencillamente infinito. Bien es cierto que las batallas y las partidas se acaban, pero el juego nos presenta un elenco de líderes que hace que cada partida sea totalmente distinta a la anterior. Esto se traduce en nuevas experiencias, ya que cada líder pertenece a una ideología concreta, y podemos ser fieles o no a esa ideología, lo que desencadenará en problemas internos en nuestro país.

En conclusión, Hearts of Iron IV es un juego que enamorará a todos los fans de la estrategia y la gestión militar, aunque nos ofrece también algunos detalles de gestión política para equilibrar la balanza y darle ese toque de realismo. Ninguna guerra se gana sin política, y esa es una lección que Paradox nos ha enseñado bastante bien.

El juego cumple con nota en todos los aspectos, dejando una obra que eleva la saga a unas cotas de calidad muy altas. Además, se nos presenta un modo multijugador para hacer aún más épicas las partidas mientras juguemos con amigos. Es un juego que debes probar si te gusta la simulación bélica y política, no te decepcionará.

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Perfil dedicado a publicar artículos realizados por varios miembros del equipo en conjunto o por periodistas invitados.